Origen de los Ordóñez en la villa de Andosilla

A comienzos del siglo XVI Alonso Carrillo de Peralta habitaba el Castillo Palacio de Marcilla; antes que él  ya lo había habitado su abuelo, Mosen Pierres de Peralta  y su madre Juana, que contrajo matrimonio con Troilo Carrillo, hijo del Arzobispo de Toledo.

En aquel entonces casi todas las villas de Navarra contaban con una fortaleza para defenderse de los asedios castellanos y franceses, más aún en Peralta que había sido la residencia de los Peralta antes de pasar a vivir a Marcilla. Así pues en Peralta el castillo palacio estaba regentado por un Alcaide de confianza de la familia y esa labor fue llevada a cabo por Pedro Ordóñez, Alcaide de la mencionada fortaleza y antes que él había ocupado ese cargo su padre Fernando Ordóñez, dueño y originario de la casa llamada de los Ordóñez en Peralta.

Justo por aquel entonces, Pedro estaba recién casado con María Ortiz y fruto del matrimonio había nacido Juan, que nació allá por el año 1510, así  como al menos cinco hijos más.

En aquel tiempo el Alcaide y Bayle Real del Palacio Castillo en Andosilla era Pedro Mateo Perez, hijo de Sancho Mateo quien fue nombrado caballero por Juan de Albret (Juan III de Navarra). Se cuenta que el Rey un día visitó el palacio castillo con varias personas y estuvo en casa de Sancho Mateo.

Alonso Carrillo de Peralta contrajo matrimonio con Ana de Velasco y Padilla, hija de Luis de Velasco, Señor de Belorado. Este Señorío estaba situado en la provincia de Burgos, justo al lado de La Rioja. Desde aquel lugar vino también a Marcilla una doncella llamada María de Salcedo, igualmente de familia noble de Belorado y que también vivió en la fortaleza de Marcilla al lado de los Marqueses.

El 24 de abril de 1613 Fernando el Católico le concedía a Alonso Carrillo de Peralta y a su mujer el título de I Marqués de Falces. Unos años más tarde cuando Juan Ordóñez contaba con unos diez o doce años, llegó al castillo de Marcilla como criado de los marqueses. En aquellos tiempos  las familias nobles, pero no con abundantes riquezas y cuyos miembros pertenecen por sangre al grupo de los distinguidos, mandaban a un hijo a casa de un señor poderoso al que rendían algunos servicios personales. Pedro Ordóñez hacía las labores de Alcaide de Peralta y Juan, su hijo, sería alimentado y educado. Así pues el criado debe al Señor su subsistencia y se encuentra ligado por un lazo de fidelidad y gratitud.

María Salcedo, doncella de la Marquesa, educaba a Juan como a su propio hijo a la vez que le asistía en sus quehaceres diarios y compartía las experiencias de la vida.

Pedro Mateo Pérez estaba a las ordenes del Marqués de Falces y hacía visitas frecuentes al Palacio de Marcilla para despachar con el Marqués y es ahí donde, a buen seguro, conoció a María que al tiempo desposó con ella y fueron a vivir a Andosilla a casa de Pedro Mateo. Al tiempo tuvieron una hija, María Inés, quien desposó con Juan.

 Juan y María Inés vivieron en la casa natal de Pedro Mateo. Juan  sustituyo a su suegro en las labores de Alcaide del Castillo de Andosilla, también fue Juez de la Villa y Notario Real. Juan murió en el Palacio Castillo de Marcilla, desde donde trasladaron el cuerpo a Andosilla para ser enterrado.

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